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Buenas nuevas... ¡y muchas!

En la entrada de hoy os traigo muchas novedades. Todas buenas, eso sí. El final de un proyecto marca el principio de otro mejor. El domingo pasado, tal y como ya os conté en la anterior entrada, entregué la aplicación a los encargados del concurso de App Inventor organizado por la EPSA, la Universidad Politécnica de Alcoy. Esto marcaba el final del trabajo del curso transcurrido hasta el momento. Por eso, tocaba empezar a pensar en el próximo trabajo para poder ser evaluadas en lo que queda de evaluación.

Durante la clase del lunes, Rocío y Ainhoa tuvieron que estar perfeccionando algunos aspectos de su aplicación que no funcionaban correctamente y volver a enviar la app. Como ellas son mis nuevas compañeras de proyecto, y estaban ocupadas, no pudimos ponernos manos a la obra en el siguiente proyecto propuesto. Como seguramente ya os habré comentado antes, Rocío, Ainhoa y yo nos presentamos voluntarias para desarrollar la página web de un proyecto solidario en el que está involucrado el instituto. Se trata de unas caravanas destinadas a refugiados en tierras de Grecia. Dani nos enseñó el diseño inicial que él le había dado a la página web, el cual nos servirá como base para elaborarla y dotarle de actividad a partir de ahora. El desarrollo se debe llevar a cabo mediante Word Press, una herramienta cuyo funcionamiento desconozco completamente. Por ello, Dani nos propuso visualizar un curso formado por una serie de tutoriales de iniciación a Word Press que hace algún tiempo nos envió a través de Slack. Probamos a abrirlo, pero nos dimos cuenta de que el precio era de alrededor de 10 euros. Dani nos dio la opción de hablar personalmente a través de Twitter o por correo con el propietario de estos cursos, es decir, quién había elaborado dichos tutoriales, para que, explicándole cuál era el objetivo (a nivel de estudiantes y por una buena causa) nos otorgara una especie de código que nos permitiera obtenerlo de manera gratuita. De esta manera, en esa misma hora me puse en contacto con él a través de él. Al llegar a casa, vi su mensaje de contestación. Además de habernos enviado un enlace para obtener hasta 10 usuarios gratuitos en los cursos, nos realizó una interesante propuesta. Nos sugirió participar con nosotras en el proyecto, prestándonos un equipo especializado en la elaboración de páginas web, y, si era preciso, mandar a una de sus compañeras de trabajo a hablar personalmente con nosotras, puesto que se encontraba esos días por Alicante. Hablé con Dani primero por Slack para tener su aprobación y, seguidamente, contesté de manera afirmativa a Miguel Ángel Terrón.

El martes en clase, estuvimos comentando acerca de la conversación y la oportunidad que se nos había presentado. También tuvimos que empezar a pensar acerca qué diríamos en la presentación del viernes en la universidad. Posteriormente, nos pusimos manos a la obra con el curso. Nos creamos un usuario, gracias al enlace de cursos gratuitos que Miguel Ángel nos había enviado y comenzamos con la visualización de los tutoriales. La verdad es que los primeros no me parecieron demasiado útiles, teniendo en cuenta que explicaban conceptos relacionados con la compra de una extensión previa a la elaboración de la página web y que nosotros ya disponemos de una página parcialmente creada. Nuestro verdadero objetivo con estos vídeos es aprender cómo editar el diseño de la página, publicar entradas, insertar fotos... Los vídeos eran bastante entretenidos y acompañados por grabaciones de pantalla que te ayudaban a comprender los conceptos. Al final de la hora, conseguimos ver unos 6 vídeos, ya que su extensión no es demasiado larga.

El viernes era el gran día. Durante la hora de informática de las 8 de la mañana no realizamos realmente nada de provecho. Se mezclaron sueño y nervios. Sin embargo, estuvimos probando en el teléfono móvil las aplicaciones para comprobar que todo funcionaba a la perfección y pensando qué podríamos decir una vez arriba en la tarima y con el micro delante. Después de una clase de inglés, que se me hizo eterna, a las 10 de la mañana marchamos de clase Ángela, Rocío, Ainhoa y yo para dirigirnos a la entrada del instituto, donde nos esperaba Ainhoa S. y el profesor de religión, Paco, ya que Dani no nos podía acompañar. Al poco, aparecieron también otro profesor de tecnología (creo) y una chica del bachiller tecnológico que también había desarrollado un juego con App Inventor. Empezamos el camino hacia el centro. En menos de media hora, después de haber recorrido toda la Alameda y adentrarnos en pleno centro de Alcoy, llegamos a la Politécnica. Tuvimos que probar en varios pisos hasta encontrar el salón de actos donde se iba a llevar a cabo la entrega de premios. Fueron unas 63 aplicaciones las presentadas, procedentes de distintos municipios cercanos (Muro, Cocentaina, Ibi, Ontinyent...) y de otros no tan cercanos (Catarroja i Albal). Sin embargo, el instituto de Ibi no pudo asistir, por lo que las exposiciones fueron en realidad muchas menos. Aún así, fue eterno y tuvimos incluso que salir un rato al pasillo porque en la sala la calefacción estaba muy elevada y necesitábamos calmar nervios. Como la compañera que venía del tecnológico iba a exponer sola, me pidió si podía sujetarle el móvil y jugar mientras ella explicaba el funcionamiento. Así mismo, yo también le expliqué el funcionamiento de mi aplicación para que pudiera ser ella quien controlara el móvil y navegara a través del juego durante mi exposición. Me puse menos nerviosa de lo que esperaba, puesto que todos los allí presentes pertenecían a otras poblaciones y, por lo tanto, no los conocía. Los únicos procedentes de un instituto alcoyano eran dos chicos de FP de Batoy, a quienes tampoco conocía. Hubo algunos problemas técnicos durante la exposición, ya que una de las pantallas producía un error al abrirse. Posteriormente, expusieron mis compañeras Rocío y Ainhoa, a quien también les sujeté el móvil mientras explicaban. Después de otras muchas exposiciones posteriores, por fin llegó la entrega de premios. La aplicación de Rocío y Ainhoa, "Life Style" fue la primera en ser premiada con una mención honorífica, con lo que les entregaron un diploma. A continuación, Gloria, la chica del tecnológico, acudió también a recoger una mención por colegio., con lo que le regalaron unos auriculares. A medida que iban premiando a aplicaciones, iba decreciendo la ilusión de obtener algún premio por pequeño que fuese, ya que cada vez se acercaban los más gordos y no esperaba estar entre ellos. Sin embargo, antes de llegar al "pódium", están las menciones especiales, entre las que estuve premiada. ¡No me lo podía creer! Fui a recoger un diploma y unos altavoces de conexión Bluetooth de la marca Energy System, de los cuales ya he hecho uso. Pronto os indicaré cómo podéis ver las exposiciones de manera online si estáis interesados, ya que me parece que las cuelgan días después en el canal de YouTube de la EPSA. ¡¡¡Os mantendré informados pues!!!




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