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Equipo a medias

  • Judith Vizcaíno
  • 25 oct 2016
  • 2 Min. de lectura

Es martes y las dos clases del científico nos vamos de excursión al Benicadell, actividad programada por el departamento de educación física. Como hemos pasado todo el día fuera de clase, no he podido asistir a la hora de informática y, por lo tanto, ha resultado ser una hora perdida en la elaboración de nuestro trabajo, a pesar de que Aina sí ha asistido a clase.

Como el autobús de la excursión partía a las 8:30, la primera media hora de clase me ha tocado ir al instituto de manera normal. Esto me ha permitido coincidir en el bus con Aina. Ha aprovechado para preguntarme qué podía hacer ella hoy en la clase de informática, ya que yo no iba a estar. He pensado que podría acabar el diseño de la pantalla del juego de escudo-filà que dejé parcialmente hecho el día anterior. Falta insertar las imágenes en el lugar correspondiente y los bloques de programación. Le he propuesto hacer esta tarea y me ha asegurado que lo intentaría.

Cuando he vuelto de la excursión, le he preguntado a Aina cómo había ido la clase de informática y si había conseguido realizar la tarea que le había encomendado, pensando ya dar por finalizada esa parte. Sin embargo, me ha respondido que no ha podido hacerlo porque no sabía cómo, a pesar de que podría haber buscado información y aprender la manera de hacerlo. He entrado en el proyecto de AppInventor para comprobar si había realizado algo y me he encontrado que estaba tal cual lo había dejado yo el último día. Lo único que había hecho era subir el archivo de imagen a la AppInventor, pero ni siquiera lo había insertado en la pantalla. Realmente se ha convertido en una hora perdida que habrá que recuperar de alguna manera, posiblemente con horas de trabajo fuera de clase.


 
 
 

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